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martes, 29 de julio de 2014

Chorro de la Meancera o Miacera (Las Hurdes, Cáceres)

Aunque esta ruta la he realizado posteriormente en varias ocasiones, la nostalgia se apodera de mí en este caso y haré un pequeño boceto de la primera vez que la hice, el 7 de diciembre de 2.006 junto a la que hoy es mi mujer, Lara.

Era uno de muchos de nuestros viajes a la Comarca de Las Hurdes, la “boina de Extremadura”. Invierno, que es la estación del año donde en esta zona se retrocede en el tiempo: silencio sólo perturbado por el sonido de un río o una cascada que mana de entre la pizarra, no hay turismo ni emigrantes de verano, está su gente, vetusta, fuerte y amable de siempre. Estamos en la alquería de El Gasco, perteneciente al municipio de Nuñomoral. Situada en Las Hurdes Altas, a 780 metros de altitud y con apenas 140 habitantes, la carretera que conduce hasta esta alquería desde Nuñomoral es sencillamente mágica. Sigue el trazado que marca el río Malvellido con sus numerosos meandros y conforma uno de los cuatro valles que componen Las Hurdes, éste es, en mi opinión por naturalidad y espectacularidad el paisaje más hermoso de toda la comarca: el Valle del río Malvellido. Hace frío, mucho frío, estamos a las puertas de la Navidad y hay que empezar a moverse para entrar en calor.

Es una ruta corta, apenas cinco kilómetros ida y vuelta y 1 hora y 15 minutos de trayecto con una altitud máxima aproximada de 812 metros, pero una ruta que exige un esfuerzo extra por lo escarpado del terreno . El camino es dificultoso y es recomendable llevar buen calzado de montaña puesto que transcurre entre piedras despeñadas y con peligrosas aristas y hay tramos junto al arroyo de la Meancera donde en varias ocasiones hay que cruzar el cauce que, dependiendo de la estación y de las lluvias caídas, tendrá mayor o menor dificultad. En nuestro caso, baja moderadamente el agua procedente del deshielo y de algunas lluvias en días anteriores, pero con ayuda de los bordones y buscando pisar en la roca adecuada, salvamos el escollo de forma exitosa.

Alcanzamos el objetivo. Es un lugar mágico, un salto de agua desde 110 metros de altura en el que el sonido al golpear las rocas es indescriptible y donde este arroyo, de la Meancera, comienza su camino para sumarse al cauce del río Malvellido.

Es una ruta corta, como digo, pero intensa que en esta estación del año se me antoja indispensable.

Dejo el perfil de la ruta y la foto de la llegada al objetivo el 7 de diciembre de 2.006.




Un abrazo, nos vemos en el desfiladero.


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