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martes, 3 de febrero de 2015

Subida a la Bolla (1. 519 m.) por el Valle del Esperabán (Las Hurdes)

Espectacular ruta en la siempre sorprendente y mágica comarca de Las Hurdes. Con una distancia de 18 kilómetros y un desnivel positivo de  1.000 metros, la ruta está catalogada como de media montaña con un nivel de dificultad medio-alto.

Me acompañó en esta aventura mi amiga Pepa Berdión, quien con su cámara fotográfica inmortalizó cada momento, cada rincón, cada detalle con una técnica impresionante y un toque artístico que sólo ella sabe darle.

Partimos a las 09:30 horas de la mañana, domingo 1 de febrero de 2.014, de la alquería de Castillo, alquería perteneciente al municipio extremeño de Pinofranqueado, en Las Hurdes. Bonito día despejado de invierno, aunque bastante frío, rondaba el termómetro los 6º y un viento que hacía que la sensación térmica fuera bastante inferior.

Aproximadamente los primeros 8 kilómetros de la ruta son en constante ascenso, la alquería de Castillo está situada a 540 msnm. y el punto geodésico de La Bolla a 1. 519 msnm. Transcurre este primer tramo hasta la cima por camino de montaña, en sus inicios paralelo aunque no en altura al Arroyo de la Zambrana a la derecha y al Cerro de Guijarro Blanco a la izquierda en el sentido de nuestra marcha. Pasaremos por el Collado de La Zambrana, 1. 258 metros para dirigirnos al Cotorro de la Golondrina, otro de los puntos más elevados de esta ruta, con 1. 457 metros dejando atrás unas vistas espectaculares de los valles y montañas que conforman la caprichosa orografía de esta zona al Este de la comarca hurdana.

Alcanzado el Collado de la Zambrana, la nieve empieza a hacer su aparición en grandes neveros formados en las laderas de las montañas y en las cimas de los cerros y collados de menor altitud. El aire a medida que tomamos altura se va haciendo más fuerte y frío. Alcanzamos así la base de La Bolla, los últimos metros discurren por un cortafuegos empedrado, sobre terreno muy húmedo y encharcado en muchas zonas debido al hielo y la nieve acumulados en el terreno y alrededores. Estos últimos metros son duros, por el desnivel y el cansancio acumulado a estas alturas del recorrido, llevamos aproximadamente dos horas de camino y unos siete kilómetros recorridos, casi el ecuador del total de la ruta.

En poco más de media hora alcanzamos la cima, con bastante nieve acumulada y un vendaval fortísimo y tremendamente helador que nos obliga a continuar rápido ya que comenzamos a sentir intenso frío en algunas partes del cuerpo. Rondamos los -3 º grados en el punto geodésico de La Bolla, a 1. 519 metros de altitud. Las panorámicas espectaculares, a un lado de nosotros los valles hurdanos, al otro los de la Sierra de Gata, contrastes y colores, formas caprichosas, mágicas acuarelas que las condiciones meteorológicas adversas no nos dejaron disfrutar plenamente.

Iniciamos el descenso dirección a El Collado, a 1. 295 metros, para continuar descendiendo por un estrecho y cómodo camino entre espesa vegetación de frondoso pinar y monte bajo.

En este último tramo hasta llegar a Las Erías, alquería hurdana próxima a Castillo, nuestro punto de destino, el agua mana de entre las rocas de los sitios más insospechados llenando el momento de paz y sosiego.

Una vez en Las Erías, tomamos un desvío a nuestra derecha para continuar por un marcado y precioso camino con los últimos kilómetros de la ruta que nos guiarán hasta Castillo, principio y fin de ésta nuestra aventura.

Dejo algunas fotos de la ruta, realizadas por Pepa Berdión, mi compañera en esta aventura.






























Un abrazo, nos vemos en el desfiladero.