Empiezo esta ruta a las 08:09 A.M. de un 24 de agosto de 2.014. 18º de temperatura y despejado. El comienzo de esta caminata es exactamente el mismo que el de la entrada anterior titulada "Cerro de la Butrera-Cerro del Milano" publicado en este mismo blog el pasado 18 de agosto de 2.014. Como digo, hasta llegar a las Minas de Valdeflores, el recorrido es idéntico. Ya en las minas, antes de llegar a ellas, salen a la izquierda dos caminos muy empedrados. Uno será el de subida y otro el de bajada. Tomo el segundo camino por orden de aparición, el que transcurre en los primeros metros paralelo a las ruinas de las minas por las traseras de estas. El camino es incómodo, muy empedrado y en continuo ascenso. Discurre entre vegetación. Es hermoso. Silencio, árboles, matorral bajo y buen olor. Es una subida hasta el objetivo de poco más de un kilómetro donde paso de 434 metros a 554 metros de altitud, cota máxima alcanzada en esta ruta.
Como a 600 metros desde que inicio la subida aparecen unos riscos bastante prominentes y numerosos. Decido desviarme unos metros del camino para contemplarlos de cerca y hacer una pequeña trepadita para otear el horizonte. Justo detrás de estos riscos se levanta una construcción ovoidal, de mampostería, desconozco si como antiguo refugio pastoril o como algún elemento constructivo más que forme parte de las cercanas Minas de Valdeflores. El estado de la construcción tanto interior como exterior es de un gran estado de conservación. (ADJUNTO FOTO ABAJO).
Continuo el ascenso hacia la llamada "Casa del Miedo" y en cuestión de minutos aparece ante mí tras una curva en el camino. Veo ruinas a duras penas ya que el sol lo tengo justo enfrente y a una altura que me resulta incómoda. Avanzo los últimos metros para alcanzar el objetivo.
Desconozco el por qué de "La Casa del Miedo", son unas ruinas de una antigua casa, quedan algunas paredes con sus huecos de puertas y ventanas. Solo cimientos, nada de madera, metal u otro material constructivo parece que veo. No tiene tejado y en la trasera de la casa por la parte de fuera da a un canchal de riscos ásperos y empinados que me obsequian con una panorámica estampa. Desde mi posición, al norte el Embalse del Guadiloba y al este el Cerro del Milano el cual alcancé su cima hace unos días. Me siento unos minutos largos en el risco más alto a tomarme un zumo de manzana, dando la espalda a "La Casa del miedo", pues a mí, por ahora, no me ha asustado, disfruto del paisaje, de la brisa, del sol calentando mi cara. Tomo aire y vuelvo para abajo, por el otro camino alternativo que sube desde las minas, recorro varios caminos que aparecen ramificados del principal con el objeto de descubrir nuevas sendas y tras un rato ojeando el terreno emprendo el regreso al punto de partida de esta ruta. Llegada 11:14 A.M.
Adjunto perfil y fotografías varias.
Un abrazo, nos vemos en el desfiladero.
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